Zongolica.- Porque un servidor está llamado a ser fiel y esa fidelidad es vivir en la gracia de Dios y su misericordia, el Sacramento de la Reconciliación es también un acto de coherencia, aseveró el padre liturgista de la Diócesis de Orizaba, Javier Onofre Valeriano.
Todos los que ayudamos en la vida pastoral -dijo- estamos llamados a ser coherentes porque somos signo, somos luz «cómo van a querer otros acercarse si no ven en nosotros esa actitud y seríamos sólo teóricos de la fe o practicantes, pero no experimentaríamos la gracia de Dios en nosotros».
En el retiro cuaresmal kerigmático para Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión en los decanatos de Zongolica y Tequila, el sacerdote animó a la confesión a toda la Iglesia, pero en estos tiempos es muy especial vivir la gracia de Dios.
El sacerdote advierte que la coherencia es de lo más difícil para los cristianos en todas las escalas de la vida pastoral y sobre todo porque el mal siempre distrae al que está cada vez más entregado y decidido en este servicio.
Y es que la Iglesia siempre vive desafíos, pero es hoy más que nunca a nivel de mentalidad y estilos de vida; así que esas fuerzas malas no pueden opacar a la Iglesia que está en constante búsqueda de la gracia de Dios.
Este año, el Obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, indica el camino de la evangelización teniendo el punto de partida hacía los próximos seis años a través del Plan Diocesano de Pastoral en el encuentro y anuncio del amor de Dios (el kerigma).
De ahí que el Liturgista indica: si no experimentamos a Dios como ánimo, como entusiasmo y gozo, haremos muchas cosas, pero no vamos a estar enamorados de Dios. El kerigma es retomar, fortalecer, reanimar y volver a enamorarnos de nuestro ser: bautizados, como hijos de Dios… de sentirnos amados «esa es la prioridad pastoral este año».
Onofre Valeriano recordó que el primer signo de la conversión es la humildad, reconocer la necesidad de Dios, las equivocaciones y fragilidades. Es la confesión el medio de ayuda para alcanzar el fortalecimiento.
¿Cómo lograr una adecuada confesión?
Si en la escala de servidores, los de arriba, que somos los responsables animadores, hacemos primero lo que nos toca que es vivir en gracia de Dios, experimentamos el amor y el anuncio del Kerigma en nuestra vida, automáticamente seremos luz y testimonio para los que viven más alejados, así es el trabajo de la Iglesia desde los primeros siglos.
San Francisco de Asís decía que con la sola presencia y lo que tú hacías bien, eso se convertía en evangelización, pues nos hace falta eso y lo podemos hacer.
Matilde De los Santos Parada
Buena Noticia