En el Tercer Domingo de Pascua, Día de San José Obrero, Monseñor Eduardo Cervantes Merino pidió que el Espíritu Santo ilumine a las autoridades, empresarios y a quienes tengan la oportunidad de promover el trabajo digno.

Durante la Eucaristía que presidió en la Iglesia madre oró junto con la comunidad para que juntos, sin amarrar navajas, sin ver lo que nos separa, sino con un sentido comunitario, busquen el bien común promoviendo el empleo digno con salarios dignos, para el desarrollo humano y material que requieren las familias-“Que Dios los bendiga para que tengan esa capacidad de organizar todo conforme a la ley, pero también con el espíritu de promover el trabajo para quienes lo requieren. Y quienes lo tienen, que Dios los siga bendiciendo y les siga ayudando a conservarlo con dignidad.