Tomemos las actitudes del Buen Samaritano, siendo cercanos al que lo necesita
En el marco de la Jornada Mundial del Enfermo, Monseñor Eduardo Cervantes Merino animó a poner la confianza en nuestro Padre Dios y, que ante la carencia de medicamentos que enfrenta el sector salud, como sociedad podamos fortalecer la solidaridad y fraternidad, “ tomemos las actitudes del Buen Samaritano” como el Papa Francisco nos lo indica en el mensaje por esta XXXI Jornada.
Que en fraternidad podamos compartir lo que tengamos “ que todos pongamos de nuestra parte para aminonar el dolor que pasan nuestros hermanos enfermos”
Recordó que la enfermedad no es un castigo, sino una situación límite de la persona y que unidos a Cristo Jesús tiene un valor profundo de oración y ofrenda a Dios pero, la Jornada de hoy nos anima a estar unidos en las manos de Dios, oremos por los enfermos para que el Señor les fortalezca en la fe y seamos sensibles del hermano que padece una enfermedad.
A la Celebración Eucarística que presidió el Obispo en la Catedral de San Miguel Arcángel, acudieron Agentes de la Pastoral de la Salud provenientes de distintos decanatos, sacerdotes con encomiendas en Pastoral Social y de la Salud pertenecientes al decanato de Orizaba.
El Obispo oró especialmente por el personal de la salud, médicos, enfermeras y quienes se convierten en cuidadores de sus seres queridos enfermos; de igual modo por todos aquellos que prestan sus servicios y hacen patente la caridad en hospitales, dispensarios médicos de comunidades parroquiales así como por todas las iniciativas que con caridad cristiana comparten medicamentos, alimentos y cuidados para quien más lo necesita.
A los jóvenes de la Diócesis de Orizaba, la invitación es que ese potencial de alegría, fuerza y esperanza se sume a la Pastoral de la Salud.
Pedimos a Dios por agentes de la Pastoral de la Salud, por quienes atienden a los mas necesitados y enfermos, que Dios conceda a sacerdotes y comunidad caminar juntos con las comunidades para ayudar a nuestros hermanos enfermos.
